Tendencias en retail y consumo masivo

A finales del 2020 el Gobierno anunció más de 60 medidas para contrarrestar los efectos de la pandemia de estas 12 está destinada la reactivación económica en Argentina. El objetivo principal de estas es impulsar la inversión en infraestructura para generar empleo y crecimiento económico, a su vez fortalecer el consumo.

Retail y consumo masivo

Ahora 12, por ejemplo, Plan Renovate e incluso el Hot Sale son claros ejemplo de la intención en promover el consumo otorgando beneficios a los consumidores, con formas de pago en cuotas sin intereses y apoyando a los comerciantes a mover productos. 

Más a principios de 2021, se realizaron imputaciones en grandes empresas de productos de consumo masivo, por presunta retención de volúmenes de producción o fallas en tiempos de entrega de productos, pues como hemos mencionado anteriormente la industria de consumo masivo tuvo un incremento de demanda en el contexto de emergencia sanitarias actual. 

Acá es donde la inversión en tecnología es un método para aprovechar las herramientas digitales para impulsar la transparencia y agilizar los procesos vitales de la industria. 

Contar con software de gestión empresarial, por ejemplo, permite a las empresas tener de primera mano claridad sobre su negocio impulsando la toma de decisiones en tiempo real desde el punto vista de abastecimiento, hasta financiero con una perspectiva de eficiencia.

La pandemia afianzó este concepto e incluso inclinó la balanza hacia las estrategias más digitales. Cada vez es más común observar que los jugadores más importantes de la industria de consumo masivo como productores desarrollan soluciones propias de venta digital, con el objetivo de ganar más presencia online y nuevos canales de contacto con el cliente final.

Desde el 2018, un análisis realizado por PWC sobre el consumo masivo y el retail, se proyectaba que los modelos de negocio para esta industria iban a ser mixtos, lo que hacía referencia a la sinergia que debe haber entre el negocio físico y virtual.

Y  introduce el concepto de coeficiente digital como la forma de medir el aprovechamiento de las empresas sobre las inversión en tecnología para lograr la eficiencia.

En el estudio aseguraban que “el gran cambio cultural, debe centrarse en reducir el miedo al error. Una cultura “digital” tal vez implique menor verticalismo, jerarquías estrictas y mayor espíritu colaborativo”, haciendo referencia a la adaptación de empresas más tradicionalistas al cambio.

Rediseñar los conceptos, como por ejemplo la cultura de la organización, aprovechar las soluciones digitales de la actualidad, indagar en la necesidad del cliente y alinear los recursos es el camino que las empresas de consumo masivo deben tomar para ganar mayor agilidad en la respuesta al contexto actual.

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