Un Smart Shopper o Comprador Inteligente es un usuario informado y conectado. Estos usuarios son en su mayoría nativos digitales y tienen formas de consumir e investigar los productos y servicios que desean adquirir.
El reto para la industria es poder conservar el interés de los usuarios durante todo el proceso de selección y adquisición de productos y poder cumplir con las expectativas, incluso al momento de despachar los productos tomando en cuenta la mejor metodología para una logística inteligente.
Un informe publicado por Google indica que los ecommerce representan una ventaja evidente para la industria de consumo masivo, ya que son los productos mayormente adquiridos por estos medios. Sin embargo, destaca la importancia de la logística porque “los clientes tienen grandes expectativas en cuanto a la funcionalidad de un sitio web y a la logística”, según el estudio.
Este consumidor inteligente, con grandes expectativas, tiene un comportamiento determinado durante todo el proceso de compra. Sin importar donde terminan la compra, en el mundo físico o digital, el consumidor inteligente hace pre-shopping, es decir, realiza una búsqueda previa a la adquisición de un producto.
Generalmente, tiene preferencia por lo premium, el consumidor inteligente investiga sobre ofertas, si hay otras opciones que ofrece alguna ventaja relacionada con el precio. Sin embargo, la calidad es su prioridad.
Tienden a valorar la ética empresarial de las marcas que consumen. Tal es el caso de la campaña Save Ralph, este cortometraje que busca crear conciencia y denunciar la crueldad de la industria cosmética al realizar pruebas en animales que logró encaminar esta práctica en México y se siguen sumando países a esta causa.
Otro aspecto importante para el comprador inteligente actual es su exigencia por una buena experiencia de compra durante el procesos de compras online.
CACE, la Cámara Argentina de Comercio Electrónico, reveló que el 90% de los adultos argentinos ha realizado compras a través de un ecommerce.
Para febrero de 2021, el estudio anual realizado por CACE mostró que subió un 34% la compra de alimentos o bebidas por Internet frente agosto 2020:
“6 de cada 10 compran algún producto al menos una vez por mes. Y la mitad de los compradores post-pandemia ya son usuarios cotidianos o regulares”, afirmó el estudio.
El uso de plataformas digitales se ha transformado en parte de la rutina de consumo. En el contexto actual, cada vez más personas se han tenido que transformar en clientes digitales, según el estudio de CACE 99% de los compradores están satisfechos con las compras online.
Por lo tanto, la industria sobre todo la de consumo masivo debe invertir en crear y mejorar alternativas digitales y garantizar que los procesos de distribución, logística y envío a domicilio cumplan con las exigencias de los clientes.